Uno de los dos trabajos finales que terminé me costó más trabajo del que creía, fin.
Como sea, éste trabajo es una comedia con actores, efectos especiales chaquetos y música pirata, hasta eso me gustó como quedó, en cuanto lo entregue prometo ponerlo por acá para que lo hagan cagada con sus mórbidos y ácidos comentarios que posteriormente imprimiré y me fumaré al mismo tiempo que produzco unos trozos de popó, preferentemente popó de tacos de chorizo.
-El Autor.
Metatron’s Lounge Presenta:
Introducción al lenguaje Emovisual.
Introducción al lenguaje Emovisual.
Desde hace tiempo que se había prometido poner algo entorno a los Emos en éste, su Club de la Paja, pero no ha habido el tiempo necesario para hacerlo de manera digna para nuestros queridos tres lectores y humillante para este sector, siendo lo último, lo más importante para nosotros, dado que esto la hará digna para quien la lea.
Desafortunadamente, seguimos sin tiempo para poder crear una deliciosa crapulencia digna de sus risas y los reclamos de los afectados, no obstante, aquí daremos una pequeña introducción.
Según las investigaciones que hEMOs, llevado a cabo, un EMO es, en pocas, pocas, pero muy pocas palabras, de hecho sólo dos palabras, un pendejo. También puede ser el resultado de la escritura de alguien con dislexia muy avanzada al intentar poner el nombre de una disquera o un personaje de Plaza Sésamo.
Para variar, los EMOS; al igual que los darkis, los góticos, los punketos, los fresas, los jotos, los putos y los menonitas; se autonombran ellos mismos en una fortuita y singular búsqueda por una identidad, la cual, como ya se mencionó, es fortuita, ergo, no llegan a ni madres.
No podríamos decirlo con todas las de la ley, pero al parecer, a los EMOS les gusta la mala vida, algo que nuevamente tienen en común con los darkis, los góticos, los punketos, los fresas, los jotos, los putos y los menonitas ¿o qué? ¿Crees que andar vendiendo quesos en los parabuses es bien chick?
La manera en la que los EMOS reflejan su gusto por la mala vida es haciendo pendejadas, que si bien se pueden adjudicar a que, como ya se mencionó, son unos pendejos, diremos que lo hacen en aras de darse una identidad dentro de los variados grupos cuasi-étnicos cuasi-culturales cuasi-personales cuasi-tribu-urbana... no, la neta la neta es que son rependejos.
A un EMO le gusta sufrir, pero resulta muy curioso que, a pesar de su marcado masoquismo, le gusta la idea de provocarse él mismo dicho sufrir; si alguien más lo hace sufrir el EMO en cuestión se sentirá ofendido.
Ejemplo:
Un EMO gusta de:
Cortarse los brazos con navajas.
Pero encuentra ofensivo que:
Alguien le diga pendejo.
Un EMO gusta de:
La autocompasión.
Pero encuentra ofensivo que:
Alguien le pregunte si está bien.
Un EMO gusta de:
Tomarse ellos mismo fotos en ángulos picados y cenitales a tres cuartos.
Pero encuentra ofensivo que:
Alguien le tome una foto en ángulo picado o cenital en tres cuartos.
Un EMO gusta de:
Vestir de negro o pandrocitos, esto es porque todos los EMOSse visten de negro o pandrocitos.
Pero encuentra ofensivo que:
Le digan que obedece a una moda.
Un EMO gusta de:
Autollamarse EMO.
Pero encuentra ofensivo que:
Le digan EMO... o contradictorio, o darki, o ya para fines prácticos, por su nombre cristiano.
-CCV
Desafortunadamente, el tiempo se terminó Deavid Author tiene que regresar a sus labores académicas, pero regresará en cuanto las aguas se calmen un poco. En vía de mientras, pedimos su participación, si tiene fotos chuscas, chistes cajetos, historias simpaticonas y humillantes de EMOs, no lo dude ni un segundo, mandadlas a crapulosos@gmail.com El Autor, el Metatron y sus cuatachos se encargarán de darles un gran uso.
Me consta, El Autor anda en chinga... y además es huevón.
No sé usted querido tercer lector de este blog, pero yo quiero más crapulencia contra los EMOS. Hágale caso a Deavid y mándele chingaderas, así no tendrá excusa para decir que nadie lo apoya... y es que si vieran cómo es de chilletas...
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