viernes, marzo 04, 2011

Deavid el zarrapastroso.

Salir a trabajar nunca es divertido. A lo largo de los años he descubierto que una de las maneras más fáciles para sobrellevar las responsabilidades laborales es… es… ¡A la verga! Si importar cuánta imaginación se tenga, hasta para "Cositas" ir a trabajar, sencillamente es del culo.

Generalmente, tomo un taxi para ir a mi trabajo, y digo “generalmente” porque hay veces en las que me apetece irme caminando, sin embargo, también generalmente traigo el tiempo encima así, que para mí, buscar taxi es una práctica común.

Los taxis y yo solíamos tenernos cierto respeto mutuo; me pongo en “modalidad simpaticón”, doy las direcciones más exactas hacia mi destino y prometo hacer el mínimo de plática necesario salvo que el tema sea interesante.

El plan funcionaba, yo llegaba a donde tenía que llegar, daba mis dineros y tras un intercambio de buenos deseos, dos extraños se separaban para seguir su día laboral.

Pero como en toda pequeña utopía, la realidad está ahí. Siempre escondida, siempre presente y para nuestra mala suerte, siempre dispuesta a violar el de ano nuestras fantasías. Y así, de un tiempo para acá, los taxistas se han vuelto culerísimos con “el pasaje” y nos tratan, por lo menos a los de la ciudad de México, como si no les pagáramos, les pedorreáramos la unidad y les mentáramos a su -resalto- muy puta madre.

No sé ustedes Queridos Tres Lectores, pero por lo menos en mi mundito, los pinches taxistas han agarrado una actitud de mierda, y digo, no es para menos, su trabajo es bastante pinche y, en muchas ocasiones, es “la opción que queda cuando todo lo demás falló”. Y algo me dice que en el oficio es raro que en un día te toquen puras súper modelos que paguen con dinero y den propinas en forma de felación.

Pero eso no es excusa para salir a pasear en el taxi y negar el servicio ¡coño! ¡Cómo me caga la madre que los taxistas traigan el -resalto nuevamente- putísimo letrerito de “libre” y no se paren cuando indicas que requieres sus servicios!

Uno, aunque no lo crea, trata de ponerse en su lugar y pensar en las razones por las que nos están mandando a la ñonga. Por decir algo, a lo mejor va a estacionar su coche porque ya se acabó su turno, o en una de esas, no te vio; pero ¡por el carajo de la putérrima gran puta madre de la puta abuela de la pinche madre de todos los taxistas! ¿siete seguidos “van a entregar la unidad/no me vieron”? ¡Fóquem!

-El Autor.

Metatron's Lounge Presenta:
“Taxidemierda” o “La momia que me dijo feo”


Era temprano y alguien le habló a Maruchies para decirle que había una manifestación en Reforma (¡No mames! ¡Qué raro!), para que no se preocupara por llegar a tiempo.

Considerando que Maruchies y su servilleta trabajan cerca, pues mi media naranja me dio el pitazo para que disfrutara de unos momentos más de sueño y ¡a huevo! Eso hice. Pasada mi siesta extra, me dispuse a irme a trabajar y tras el ritual de cada mañana, me largué.

Al salir, la calle era un puto caos, más tráfico del acostumbrado, por lo que hice lo que siempre hago cuando veo que la carga vehicular está para cagarse. Comencé a caminar para ver si mi paso era más rápido que el de lo coches y decidir si me voy caminando o si espero un taxi. Lo coches iban más rápido, ergo, esperé el transporte colectivo.

Y así, comencé a ser rechazado. Hay personas que imaginarían que tras tantos años de rechazo uno se acostumbra, pero no, la verdad es que cada que un taxista me niega el servicio algo muere dentro de mí. Creo que es la paciencia.

Pero al fin, un señor que se veía bastante amable me levantó y me senté en el lugar de adelante porque en el de atrás, por la perspectiva, siempre me mareo.


-Hola muy buenos días – le dije.

-¿Qué tal a dónde lo llevo? – Me contestó.

-Vamos derecho, subimos el puente, damos vuelta en la primera y nuevamente damos vuelta en la primera calle bajando el puente.

-Bien...


El anciano comienza a mirarme fijamente, como si hubiera hecho algo malo, revisé y no estaba sentado sobre nada.


-¿Algún problema mi señor? – Le pregunté cortésmente.

-No nada, es que ya no hay respeto...


¡Achingá! ¿No hay respeto? ¿Subirme a un taxi y decirle a dónde me quiero dirigir es una puta falta de respeto? El don no lo sabía, pero había sacado boleto.


-Sí caray –agregué–, pinches taxistas, como que esto ya es más un hobbie que un oficio, ya sabe, con eso de que hay un montón de buenos para nada que en vez de hacer su trabajo, sólo se salen a pasear por las calles de La Ciudad de la Esperanza.


Siempre he pensado que los taxistas le tienen miedo a los pasajeros y, ¡carajo! Con justa razón, vivo en La Ciudad de México, aquí no se asaltan entre familiares sólo porque Dios es grande. Con eso en mente, siempre trato de ser elocuente para que, por lo menos a nivel verbal, les quede claro que no soy un gañán que lo va a asaltar.


-Pero es que la gente no se pone de este lado –Comentó el chofer,en un intento desesperado por mantenerse en el tema.

-¿Del volante? –pregunté mordaz- ¿Me está sugiriendo que yo conduzca mientras usted disfruta del panorama urbano?

-No –respondió con cierto quiebre en la voz–, me refiero a que a veces, no se ponen a ver que a uno también está expuesto en este trabajo.


Remitámonos uno de los párrafos anteriores, ése que comienza con “Siempre he pensado que los taxistas le tienen miedo a los pasajeros...”, ¡estoy al tanto de que “se exponen”!, no obstante, este hijo de puta está sugiriendo que YO lo voy a asaltar.


-Disculpe, no quiero poner palabras en su boca –aunque tal vez sí mis dedos cerrados en un puño, pensé– pero, ¿me está diciendo que me veo mal?


Alguna vez, Turbopop me comentó que mi problema "no es la carencia de estilo; mi problema es que tengo muchos..." Y como siempre, traía mis botas de obrero CAT, mi pantalón Levis, una playera Reebok, una chamarra café de piel que compré en Zara, mis lentes redondos de “Vash La Estampida” y un gorro café para cubrir mi cabello porque me bañé antes de salir. No es que sea un esclavo de las marcas, pero ¡puta madre! Dudo que un asaltante se vista así.


-Es que por la barba... -agregó el chofer.

-¿Por la barba qué? –pregunté exaltado.

-La barba hace que usted parezca un maleante, pero ¡está bien!, todos se ven así.


Contundentes palabras considerando que apenas estábamos subiendo el puente que marca la mitad del camino. Léase, no me iba a quedar callado.


-Supongo que con “todos” se refiere a por lo menos, sus hijos o bien, a alguien que se junta con sus hijos, no sé, el nuevo novio o esa “mala influencia”.


El taxista se tomó su dulce tiempo para contestar, así que seguí metiéndole la verba. O sea, "la verga-verbal".


-Pero, no se fije –comenté sarcástico-. Es normal que la gente que vive en la ignorancia haga juicios incorrectos...

-No, no, no -interrumpió el ruletero–... Tiene razón, mis hijos se están juntando con gentes que no cuidan su higiene.


Hijo de puta, ¡me dijo sucio!... pero también corroboró mi comentario.


-No lo decía por mí –pinté una sonrisa en mi cara-, lo decía por usted, que claramente no tiene idea de lo que las personas usan en estos días. Por cierto, los suéteres de abuelito -rápida barrida con los ojos-... pues son de abuelito.


Mientras escribo esto me pregunto por qué no me bajó del taxi en medio del puente, pero algo me dice que el don traía gallo y tenía ganas de poner a prueba su verborrea. Error.


-A ver joven –muy correcto el señor me cuestiona-. ¿Y cómo me voy a enterar de qué está de moda?

-¡Ni puta idea! –contesté de inmediato-. Pero usted está pidiendo que se le comprenda, ¿cómo se atreve a pedir comprensión cuando usted no está dispuesto a darla?

-Yo no pido comprensión –respondió.

-¿Cómo ñongatzu no? Usted comenzó diciendo que “no nos ponemos de su lado” y creo que usted no está dispuesto tampoco a estar del lado del pasajero.

-Es que con esas barbas se ven bien zarrapastrosos.


Verga… Me dijo “zarrapastroso”... ¡Mi ego exige satisfecshion! Y mi destino es en la próxima esquina... Hay que pensar rápido, si acaso puedo soltar dos o tres argumentos antes de mandar a la verga a este viejo.


-Mire -suspire para calmarme, despejar mi mente y para tomar aire porque en pocas palabras tenía que humillar a un completo extraño–... Se entiende que uno se vea zarrapastroso, sin embargo, cuando uno está esperando un taxi, pues generalmente intenta tomar uno que se vea conducido por alguien vetarro, ya sabe, si se quiere poner pendejo un viejo, pues te lo puteas más fácil...


El conductor se pone nervioso.


-... En la próxima esquina me quedo –agregué–, pero no sin antes decirle que si usted cree que todos sus pasajeros se van a perfumar y acicalar sólo para que usted los levante, es una idea casi, o incluso más errónea como la de controlar las amistades de sus hijos...

-Dios lo bendiga –dice el taxista, como para terminar la conversación.

-... Sí, a usted también –contesté–. Pero el punto se mantiene...

-Dios lo bendiga...

-El punto es que los zarrapastrosos necesitamos de ancianos en taxis.

-Dios lo bendiga...

-Y en serio, aprecio que me haya levantado.

-Dios lo bendiga –me dice no sin antes detener la unidad justo en la esquina que le indiqué.

-Y mire... -le dije mientras me bajaba y le pagaba– los zarrapastrosos son los que dan las mejores propinas, tenga todo un pesote más. –le doy 16 pesos- Dios lo bendiga a usted.

-Dios lo bendiga. – Arranca.


En otras circunstancias, me habría molestado, pero la verdad es que humillar a ese viejo me llenó de satisfacción el día. Sé que estuvo mal, pero ¡coño! Así como yo no debería contestar las ofensas de un perfecto extraño, los perfectos extraños no deberían ofenderme.

Pero... Jejejeje… ‘Inche taxista, le jodí la mañana y lo hice pensar en sus pedos familiares. ¡Lolazo! Por cierto, hoy me despidieron.

Pinche realidad, siempre escondida, siempre presente y para nuestra mala suerte, siempre dispuesta a violar el de ano nuestras fantasías. ¿Me volveré chafirete?

24 comentarios:

CHOSTOMIX dijo...

Las experiencias que he tenido con taxistas de la Ciudad de México han sido variopintas.

-Un viejito con cara garapiñada manejando un vocho sin espejos laterales adivinando el carril para rebasar y manejando a exceso de velocidad. No dijo ni una sola palabra en todo el trayecto. Yo estaba zurrado de miedo pero tampoco dije una sola palabra. Era un miedo sabroso, como cuando vuelas por primera vez.

-Un chango que me preguntó si no me molestaba que fumara y yo le dije que no había pedo. En media hora de trayecto se aventó 6 cigarros.

-Un pinche gordo que pasó a lado de un voceador, le pidió la prensa y arrancó obteniendo información gratuita mientras el muchacho se le quedaba viendo y se perdía en el retrovisor un rostro asoleado, triste y emputado. Ahí si me enojé y le rasgué el asiento trasero con mis llaves, en la parte de abajo.

-Un señor que estaba discutiendo al principio conmigo mientras hablábamos del color culero de los taxis del DF y recibía llamadas a su celular que lo hacían ponerse morado y mojar sus ojos. Sin que me platicara nada, me enteré que alguien había atropellado a su esposa y a sus hijos. Uno murió y lo enterraron mientras el otro estaba internado al igual que su señora. Las llamadas eran para avisarle que el segundo vástago tampoco la había librado y que el forense del Estado de México le había advertido que por ley no iban a aguantar muchos días si no arreglaban las deudas funerarias y lo iban a aventar a la fosa común al chamaco. Obviamente su esposa, grave, no sabía. Le dejé 100 de propina, no podía hacer más.

Por lo demás, tengo carro, pero por eso no manejo en el DF. Soy adicto a las historias de ruleteros.

Karina dijo...

Ha de ser el mismo taxista que un día me dijo que "las mujeres no deberían hacer ciertas cosas".

Anónimo dijo...

El deavid dijo:

"Por cierto, hoy me despidieron."

Eso explica porque te dignaste a acordarte de este pinchi blog.

El Autor. dijo...

Para el querido anónimo (ponga un nombre ¡caray!).

Me despidieron mientras escribía la entrada. ¡Toing!

Jarcord Gueimer dijo...

Viaje de Taxi=Anecdota Segura

Creo que en cualquier ciudad de nuestro pais (incluso me atreveria a decir del mundo) siempre que uno toma este tipo de servicio se llevara una que otra sorpresa y una anecdota que contar

Maruchi La Truchi dijo...

A mí me ha tocado cada taxista... que daría para otro post en el olvidado blog Maruchi Coco. Además del secuestro express y del viejito que me bajó porque prendí un cigarro, recuerdo uno que me dijo que me parecía a Gabriela Hispanic, LOL

MK GIARDINO dijo...

Jajajaja

Ami me ah pasado igual se ponen nerviosos mas en la noche me comienzan a platicar la azaña mas webuda de sus vidas como para que piense 2 veces mi "intento de asalto" y sepa que me subi al taxi de un super heroe que se ah madreado a cuanto ratero se le pone enfrente jaja

Jabonozo dijo...

Muy bien!!!!!!! Gracias. Te faltó darle un disparo y huir con las ganancias de las ocho de la mañana.

Ana dijo...

Que mala onda que te despidieron.

Me revienta cuando los taxistas se paran, me preguntan a donde voy y luego contestan "ah, no voy para allá"

Ivan dijo...

Al menos en navidad ya no te la pasaras escuchando villancicos navideños todo el día

Maria() dijo...

entonces te despidieron por andar escribiendo el lugar de estar haciendo... lo que sea por lo que te pagaran.
Respecto al post, en Bogotá los taxistas sí paran, pero van a donde les da la gana, no a donde uno necesita ir. Y dejan que te subas al taxi y les digas tu destino para contestarte "qué pena monita pero es que yo a esta hora no voy al norte" ¬¬

Anónimo dijo...

Hola Deavid ... que genial tu post que bueno que has vuelto a la acción ya te esperaba con ansias. Cualkiera se identifica con lo que describes de los taxistas, casi todos te la hacen de pedo por cualkier tonteria. Ojalà pronto postes algo tan bueno omo esto carnal ... sigo tus publicaciones desde hace años y me ayudan mucho a sobrellevar con humor negro y entretenimiento mi trabajo y mi vida en general ... BIEN HECHO Author - Marcos T.V.

Talisman dijo...

Milagro, después de tanto tiempo un regreso por las andadas no cae nada mal mi estimado Author.

En cuanto a los taxistas, la lejanía a donde llevo a cabo mis estudios, la falta de carcacha motorizada y mi hábito de salir con el tiempo contado encima vuelven a mi uso de los taxis algo de todas las mañanas de mi semana inglesa y así me he encontrado de todo:

+ Técnicos forenses posiblemente necrófilos
+ Licenciados en ciencias políticas en los que no dudaría votar si fueran candidatos a elecciones estatales
+ Un don que me contó como se escapó de un robo de auto por parte de una prostituta y su padrote
+ Señores que se ponen a platicar se sus problemas existenciales

Y los demás (los ojetes, los tacaños, los albureros, los que te dan el sermón del día, etc.).

Saludos y suerte.

Anónimo dijo...

Jaja, mira digas lo que digas Davo, tienes pinta de delincuente asi naciste y no existe poder en este mundo que pueda cambiar eso y todavia quieres que te levanten los taxistas, ahora bien a estos cabrones los asaltan diario y como tu lo dijiste son gente que ya no le quedo nada mas que ser chafiretes, si estan en esa situacion es por que nunca fueron personas educadas o de exito, tal vez una cada 1000 si lo tuvo todo y lo perdio, pero por lo general son gente de baja cultura, status social etc, y tu aunque segun esto eres clasemediero, lo naco no te lo puedes quitar ni a madrazos. lo naco y lo mamon, 2 conbinaciones que aunque tu crees que son unicas en ti, pues no, son las mas comunes en todos los mexicanos, lo unico que te separa de ese taxista, un albañil o un verdulero, es que medio tuviste educacion(bueno lo poco que aprendiste en la escuela por que eres igual de patan que cualquier vendedor de garnachas), tu forma como cuentas todo te delata, ves a los taxistas como seres inferiores y aunque crees que lo ocultas pues no, los taxistas se dan cuenta de que los ves y tratas despectivamente, el dia que los veas y trates como personas te daras cuenta de la diferencia, pero lo veo imposible, por que has de pensar que si actuas como si los vieras como personas ya con eso los engañas pero no, asi no es la cosa para los taxistas solo eres un pinche wey raro donde si te levantan tienen un 50% de posibilidades de que lo asalten y no es por que sean prejuiciosos es simplemente que LO VIVEN suben a un wey igualito a ti y los asalta, que esperabas que a ti te recibieran con alfombra de rosas? a que te gusta vestirte y ser "diferente" no pues fijate que no, weyes como tu hay miles en todos lados, que segun se sienten unicos "especiales" pero no son mas que pobres pendejos que se visten a lo pendejo y ya sienten que tienen su estilo y que el mundo los va a recibir con los brazos abiertos, en fin un consejito, si no te gusta COMPRATE UNA PUTA BICICLETA pinche webon

Sombrerudo dijo...

Para el anónimo de arriba:

Combinaciones es con una M antes de la B. Es una regla sin excepción. Y te lo dice alguien que lo aprendió en Hey Arnold!

Anónimo dijo...

tienes razon es con M, eso me pasa por leer tanta pendejada del Davo, lo pendejo se pega

Anselmo Hurtado Mena dijo...

y que Dios nos bendiga.

Kyerte dijo...

¿Y Ruvalcaba?

Anónimo dijo...

Hoy escuche una recomendación increiblemente vieja del autor, hacerca de escuchar a manolo cabeza de huevo esta genial, tuve 5 minutos inolvidables de diversion

Dios dijo...

- En la pelicula "Tercera caida" sobre la lucha libre, Supermuñeco narra que se subio a un taxi y el taxista , al verlo , le dijo:

- Verdad que son puras payasadas(la lucha libre)?
- Supermuñeco le contesto:
- Si cabron, tambien son payasadas tus 12 horas con el culo aplastado...

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- Por otro lado, hay taxistas que cuando manejan creen que lo que hay del parabrisas para adelante es un holograma generado por su coche y por eso van haciendo cada rebase que dices: Puta Madre, llevo prisa pero no tanta...

- Por que no pides tu camba de regreso en pakomix o mete solicitud en gamers, al fin uqe ya cualquier pendejo escribe en esas revistas, y no es que lo seas, pero tienes mas experiencia ...

- Saludos y ahora que tienes tiempo escribe una balota perdida...

Anónimo dijo...

Pobre Taxista, pero que estuvo muy bueno.
Por favor, no nos abandondes tanto tiempo Deavid.

Anónimo dijo...

Padeces de orquitis pinche autor XD

Unknown dijo...

Creo que la peor noticia es saber que te quedaste sin chamba. Ni "peiper" siempre hay cosas mejores por hacer, como humillar a los ancianitos taxistas.

Jabonozo dijo...

ya actualiza!

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