No se desespere.

Antes que nada, una disculpa a mis queridos tres lectores por la falta de actualizaciones, pero sinceramente prefiero dejar este blog sin novedades a poner pendejadas (más pendejas de lo normal), como memes, qué tipo de ____ eres, o fotos idiotas de mi cotidianeidad.

Pero le tengo buenas noticias querido tercer lector que, por algún inexplicable motivo, gusta de mis tonteras, Derechos de Autor IV ya está listo, es cuestión de que Mulder (se la come), se chute la introducción para publicar el cuarto capítulo de la historia.

En lo que espera, le recomiendo que se chute de nuevo los tres capítulos anteriores, para hacerlo, nomás píquele al botoncito correspondiente a la parte que quiere leer. También lo dejo con el dibujito de la cuarta parte, que, por el momento, no manda a ningún lado.







En otro orden de ideas, también anuncio que el nuevo header del blog ya está en el horno, así como la entrada para los fanáticos de Star Wars. Ahí los dejo con un fragmento para que se divierta:

-El Autor.


Por lo general, la memorabilia oscura no tendrá sentido para el promedio poblacional correspondiente a este sector galáctico (La Tierra), pero para los seguidores de la Saga serán eyaculaciones con motivo de Star Wars.


Uno de los detalles interesantes de las chingaderas alusivas a Star Wars es que por lo general son muy simples para su precio, como es el caso de esta playera que sólo se vendió en la Comicon del 2005.

La pinche playera ésta andaba más o menos en 50 dólares durante la convención (ahorita ha de estar más cara). ¡Bah!, nosotros podemos conseguir algo de la misma complejidad en El Chopo por la misma denominación, pero en varos mexicanos.


Seamos honestos, todos los que hemos visto las películas queremos una pinche Espada Láser, ¡todos! De existir, lo más seguro es que habría muchos amputados en el mundo demandando a George Lucas por inventar algo con una capacidad de lastimar ineptos tan alta (ya le pasó a Starbucks con su terrible café caliente), pero ¿a poco no sería rechido?

Dentro de la memorabilia, obviamente están las Lightsabers, pero que, a diferencia de sus contrapartes “reales”, sus hojas son tan imaginarias como la idea de que no nos burlaremos de todo aquel ser humano que ande por la calle haciendo “¡whooosh!, ¡whooosh!” con su empuñadura.

Para aquellos que no quieren partirse el coco imaginando hasta dónde puede llegar su supuesto sable láser, hay espadas que incluyen un focote y un sensor que hace cuando se menea, así como “¡wooosh!, ¡wooosh!”“¡pghhh!, ¡pghhh!”, cuando se impacta contra algo.

Igualmente que con sus contrapartes imaginarias, también es una ilusión, por parte de sus portadores, la idea de que no nos burlaremos de ellos al verlos hacer sus desmadritos en la calle.