lunes, enero 07, 2008

Unas palabras de El Autor.

Ya, chinga ¡ya!, me cae que ya voy a actualizar; pero entiendan algo mis Queridos Tres Lectores: No quiero romper las reglas que yo mismo me había impuesto cuando se me ocurrió hacer este blog.

¿De qué reglas estoy hablando? De unas muy simples que, de seguirlas todos, tendríamos una blogósfera con menos “Bu-jú mi vida apesta” y más líneas graciosas tipo “Tu estupidez es tal que de seguro puede provocar cáncer” (frase 100% creada por mí. Gracias).


Dígame Querido Tercer Lector, ¿para qué sirve que yo le cuente los pormenores de mi vida? ¡La neta! ¿Para que sienta simpatía/lástima/identificación por mi persona. ¡Ni madres!

Primera gran regla.
Minimizar las anécdotas personales.


Honestamente, sé que no soy un esperpento como muchos otros bloggeros (saludos al 90% de mis links), pero tampoco soy un modelo, entonces, ¿para qué vergas voy a poner fotos personales?

Segunda gran regla.
Cero fotos mías, de mi casa, juguetes, juegos, familia, amigos y su puta madre (no hay necesidad de balconear a su progenitora).


Muchos dicen que un blog no necesita cuidado, a fin de cuentas, es un pedo personal y cada quien sabe lo que pone.
Estoy de acuerdo, pero ¡por Dios! Saquemos algo de provecho de esta “pérdida de tiempo” y, si bien, vamos a usar la blasfemia a cada rato, procuremos tenerle respeto al lenguaje, por lo menos en las reglas de acentuación y de gramática.


Tercera gran regla.
Leer cada post antes de publicarlo para evitar el mayor número posible de faltas ortográficas.


A veces es necesario el apoyo visual, por ahí alguien dijo que una imagen dice más que mil palabras, en ese caso, una imagen me ahorra un dolor de dedos. Pero si vamos a usar fotitos, por lo menos que sean cotorras, o ya de jodido, dibujos hechos por los crápulas que hacen el blog (gracias a Warchief Fito).
Créalo o no, es por respeto a mis Queridos Tres Lectores, me gusta que se note que estamos haciendo lo posible por hacer un blog divertido y trabajado.


Cuarta gran regla.
Trabajar en los apoyos visuales, si bien nadie nos paga por hacerlo, queremos que ustedes sientan, y sepan que no por ser gratis, el blog tiene que ser una mierda hecha con recortes de prensa.


Si queremos decir algo, lo decimos, si no queremos, pues lo callamos, pero no dejamos cosas a medias... bueno, una vez lo hicimos, pero gracias a Guluth, no pasó a mayores y es un post por ahí perdido que nadie pela.

Quinta gran regla.
No somos crípticos, si vamos a hablar de algo, procuraremos que se pueda entender por todos, ¡monja con piojos! Los blogs crípticos son popó...


No somos dueños de la razón absoluta, pero nos gustaría serlo, usted sabe, para poder hacerle saber que es un pendejo y que no nos lo pueda refutar, es bien padre.

Sexta gran regla.
Argumentos papá, si vamos a entrar en controversia, tratamos de exponer nuestros puntos de manera clara, de tal manera que los putitos que no comparten nuestra opinión se ensarten y coman pirula. ¡’Sagüebo!


Procuramos darle un matiz gracioso a este blog, pero lo admitimos, la neta es que a veces nos chutamos chistes más pinches sarros que los recitados por Arturo García Tenorio cuando interpretaba a La Ignorancia en Corre-GC-Corre. Es difícil ser chistoso.

Séptima gran regla.
Ser graciosos...
¡Toing! ¡KAPUT! ¡Boink!
Está cabrón, me cae.


Escribir como todos escriben es una mamada, ámonos pues, es como si la neta no pudiéramos hacer un esfuerzo por ser diferentes, y... ¡por los oscuros coños de siete afroamericanas! Hacemos lo que podemos para ponerle tantita crema a estos tacos.

Octava gran regla.
Tener un estilo definido, de tal manera que nuestros Queridos Tres Lectores sepan que lo que ven fue escrito por los muchachos de Ocio, Crápula y Compañía.


La realidad a veces supera a la ficción, y a veces el pendejismo de ese Colado Cuarto Lector es simplemente asombroso. Tratamos de evitar que la gente se confunda y para hacerlo, hay que ser claros.


Novena gran regla.
Definir cuando hablamos en broma y cuando hablamos en serio. Me cae que lo intentamos, pero hay veces en las que los pinchis libaneses que viven en el piso de arriba bajan a nuestro departamento y nos mean mientras escribimos.
Es muy difícil definir cuando estamos hablando en serio y cuando lo hacemos de broma mientras nos limpiamos orina de los ojos.


Tenemos que alimentarnos, la nutrición es parte importante para que podamos seguir dándole duro a la escribida.

Décima y última gran regla.
(La más importante)
Mulder se la come.


Que no se lea como un pretexto, porque me cae que no tenemos uno, ¡caray! Nos sorprende que nos sigan visitando, que nos sigan dejando recados y que sigan agregándome (léase: Deavid Author) al Messenger para pedir más actualizaciones.

Tenemos qué hacer algo, tenemos que hacer que El Club de la Paja regrese, ¿a poco no? Nomás también agarre el pedo y fíjese en las reglas que nos hemos puesto. Verá que no es tan fácil hacer un pinche post para este congal.

Pero nos cae de madres... ¡Me cae de madres que esto vuelve a ponerse bueno!, así escriba un chingo de pendejadas antes de regresar a aquellas glorias en las que éste era uno de los blogs más visitados de México... OC&C regresa porque regresa... Después de todo, por algo le puse El Club de la Paja.

Y antes de que lo olvide, la razón por la que quiero que el blog regrese es porque le debo algo importante (me vale violar mi primera gran regla).

He obtenido un muy buen trabajo, y fue por este blog que lo obtuve, así pues, con singular cariños, respetos y devociones, puedo decirle a todos ustedes que decían que este blog sólo me traería problemas, me cerraría puertas y me quitaría amigos que tenían razón.


He tenido problemas... con ustedes.
Me han cerrado muchas puertas... ustedes.
He perdido amigos... sí, ustedes.

Así que, como dije antes, con todo el respeto que me merecen.

¡Vayan y chinguen a su madre! ¿Cómo la ven?, Me la pelan, bola de putos.

De todo corazón les deseo que nunca, pero nunca de los nuncas dependan de mí, porque créanme culeros, el día que necesiten algo del buen Deavid Author, los voy a mandar a la verga de la misma manera en la que ustedes de mandaron a ser violado por un negro.

Por cierto, opino que Gamers y SIN apestan a miados con leche, un día las he de diseccionar con el mismo gusto con el que diseccioné Atomix. Ustedes saben, por mero gusto personal.

-El Autor.

PD: ¡Viva la familia!


Ruvalcaba se emociona:

Voy a ser honesto con usted jefe... Ya le había perdido la fe, neta.

Me da un chingo de gusto que regrese y ¡caray!, sé que volverá a ser el buen rompe madres que solía ser por ahí de estas fechas hace dos años, no sé porqué, pero algo en mi calva me dice que me volveré a sentir orgulloso de ser parte de El Club de la Paja.

Y Queridos Tres Lectores de Deavid Author y sus crapulosos cuatachos, vayan buscando a sus amigas, porque la siguiente entrada está dedicada a todas aquellas que no tienen... diría que pene... pero hoy en día hay cada cosa... Para las damas, ya, pa' pronto.

Y nomás porque estoy bien contento y motivado, les doy chance de ver un video de mi desastrosa carrera de solista... Eso sí, qué buenas perras me "banguié". Nomás no se calienten, este video se va con la próxima actualización.

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